Una nueva idea del Dr. Seo sobre el tratamiento del cáncer

(편강한의원 특집기사 스페인어판 내용입니다.)

La verdadera curación: fortalecimiento del sistema inmunológico mediante la limpieza pulmonar

El Director Seo Hyo-seok de la Clínica de la Medicina Coreana Pyunkang, quien presenta una nueva solución oriental a los pacientes de cáncer.
El Director Seo Hyo-seok de la Clínica de la Medicina Coreana Pyunkang, quien presenta una nueva solución oriental a los pacientes de cáncer.

Pese al desarrollo innegable de la medicina moderna, todavía no se ha encontrado solución clara por una enfermedad común: el cáncer. El temor por esta patología y su asociación con la muerte se comparten mundialmente. De hecho, en Corea el cáncer ha sido la primera principal causa de mortalidad durante treinta y siete años.

Sin embargo, un médico coreano define el cáncer curable: el Dr. Hyoseok Seo, quien ha venido sanando durante medio siglo a 155 mil pacientes con enfermedades relacionadas con los pulmones. Hemos visitado su clínica para escuchar su explicación sobre la prevención y el tratamiento de los canceres.

Q. Dr. Seo, Vd. tiene 74 años y sigue trabajando en su clínica como en toda la vida. ¿Cómo se siente?

Muy bien. Mis experiencias clínicas me han enseñado cómo vivir largamente y sin enfermedad. Cada día practico mi aprendizaje y así vivo con energía.

Q. El famoso cofundador de Apple, Steve Jobs, falleció a los 56 años de cáncer de páncreas. Es una lástima que ni su gran fortuna pudiera salvarlo.

Jobs falleció de una especie de tumor neuroendocrino. Pero tenemos un caso contrario: una paciente coreana, Sra. Lee In-rye, superó la misma enfermedad de un modo excelente. Ella vino a mi clínica en desesperación, con el diagnóstico de que le quedaban solo 6 meses de vida. Me dijo que tras tal sentencia había pasado un mes sin poder caminar, ni siquiera contestar al móvil porque se le temblaban las manos. Ella empezó conmigo el tratamiento de la limpieza pulmonar: los primeros cambios eran que se le aclaró y fortaleció la voz. Hace cuatro meses que ella toma nuestro medicamento de limpiar los pulmones, y ahora practica el senderismo dos horas cada día. Se alegra porque ya no le cuestra trabajo hacer ejercicios. Según la TC realizada últimamente, el 80 por ciento de sus células cancerosas han desaparecido, lo cual la Sra. Lee considera un milagro. (Anexo I)

Q. Entonces, ¿cuál puede ser la razón por la que Steve Jobs no logró curarse tras diversos intentos ? ¿Cuál es la diferencia entre él y la Sra. Lee?

A. El caso de la Sra. Lee se consideraba incurable en la perspectiva de la medicina moderna occidental. No podía aplicarse ningún medicamento anticanceroso por el mal estado de sus riñones. Ella cree que esto no fue mala suerte sino lo contrario, ya que tuvo que buscar otro remedio y encontró mi tratamiento.

La limpieza pulmonar es un método natural de ayudar al sistema inmunológico que todo ser humano posee. Por tanto, resulta que la Sra. Lee se ha curado a sí misma con su propia fuerza inmunológica. Naturalmente no sufre efectos secundarios y su estado general, mental y físico, se ha mejorado. La Sra. Lee dice que se le ha dado una segunda vida.

Personalmente, creo que Jobs podría estar vivo ahora si se hubiera concentrado en fortalecerse el sistema inmunológico, en vez de someterse a la cirugía, medicamentos anticancerosos o radioterapia. Opino que el cáncer de hígado que sufrió más tarde podía ser consecuencia de tales tratamientos anticancerosos típicos de la medicina mayoritaria.

El Director Seo charlando con Park Chan-sook, reconocida ex jugadora de baloncesto.
El Director Seo charlando con Park Chan-sook, reconocida ex jugadora de baloncesto.

 

Q. ¿Vd. considera mejor que no se apliquen la cirugía, los medicamentos anticancerosos o la radioterapia a un enfermo de cáncer?

La verdad es que sí. La medicina mayoritaria de hoy recurre a los medios bien agresivos al cuerpo humano, lo cual acaba debilitando el sistema inmunológico, nuestra mejor arma natural. Es muy triste que frecuentemente pase lo siguiente: un médico opina que una operación quirúrgica de cáncer ha terminado bien, pero después el estado general del paciente se empeora. En el punto de vista de la medicina mayoritaria, una operación bien terminada significa que se han eliminado bien las células cancerosas del cuerpo del paciente, pero esto no implica que ahora vaya a tener una vida más vivible.

Yo digo que el paciente puede mantener una calidad de vida mucho mejor si, en vez de atacar directamente las células cancerosas y dejarse debilitar, se concentra en fortalecer su propio sistema inmunológico. Los mayores dolores que sufre el paciente en el proceso del tratamiento se originan de este proceso mismo, y no del cáncer. Las armas artificiales que matan las células cancerosas también perjudican a las células normales. Es por eso que una gran parte de quienes padecen el cáncer fallecen de pulmonía, que con un sistema inmunológico suficientemente fuerte hubieran superado.

Q. Una pregunta fundamental: ¿qué es cáncer, según su teoría?

Lo defino como reacción a las infecciones internas del cuerpo. No es incurable, como erróneamente se suele creer. El cáncer nunca es una enfermedad mortal, sino reacciones hipersensitivas frente a las infecciones. Estas pueden producirse en cualquier parte corporal, y a menudo aparecen en los pulmones, el hígado, el intestino grueso, el estómago, el páncreas, el útero, etc. Es decir, las infecciones surgen con frecuencia en los órganos que desarrollan abundante membrana mucosa y secretan materiales como flema, jugo digestivo, etc. Estos órganos, al envejecer, pierden la fluidez normal de su secreción, por lo cual en ellos se facilita la reproducción de los gérmenes perjudiciales.

Q. ¿Y qué hacen los gérmenes perjudiciales?

En el cuerpo humano hay 100 billones de gérmenes. Una parte de ellos es beneficiosa, otra es neutral y una tercera parte, perjudicial. Los gérmenes, para multiplicarse en un sitio, necesitan que haya alimento allí. Por ejemplo, en las mamas se acumulan fácilmente materiales alimenticiosos, y los gérmenes perjudiciales se aglomeran y originan la infección. Entonces, el sistema inmunológico trata de arreglar el estado infeccioso. Para esto las glándulas linfáticas segregan linfocitos, y en el proceso de producir muchos linfocitos estas glándulas se agrandan. Estas partes agrandadas se dejan ver por los medios como TC, resonancia magnética o TEP (tomografía de emisión de positrones).

Aunque tal “hinchazón” interno, que llamamos tumor, es una reacción inmunitaria normal, en la medicina de hoy lo ven como enfermedad y quieren definirlo benigno o maligno. Para hacer tal definición se necesita la biopsia, en la cual se hiere más la parte problemática. Como su consecuencia la infección se suele empeorar, y las glándulas linfáticas deben aumentarse aún más para expulsar más linfocitos. Se cree que un tumor maligno nos lleva a la muerte; yo digo que no, que el sistema inmunológico fuerte que es nuestro médico más fiable, puede curarlo si se le da el tiempo y apoyo suficiente. Es una gran lástima que tan a menudo los pacientes caigan en el círculo vicioso de someterse a los tratamientos que debiliten su fuerza inmunitaria, y luego empeorarse.

Q. Se dice que en el tratamiento de cáncer la revisión y el descubrimiento tempranos son importantes. Sin embargo, parece que Vd. opina lo contrario.

Sí. El grado de reacción a las infecciones es diferente en cada persona. Si en un paciente el “hinchazón” es notable, el médico le somete a la biopsia y muy probablemente le surge otra infección que hace agrandar a otras glándulas linfáticas. A estas alturas el médico recomienda los tres métodos típicos, que son la cirugía, los medicamentos anticancerosos y la radiografía.

Pero vamos a ver, ¿qué es una operación quirúrgica? Es quitarle al cuerpo el tumor y su alrededor. Tras la eliminación se producen otras infecciones, y las glándulas linfáticas se vuelven a hinchar. Por eso se atestiguan tantas operaciones que parecen bien realizadas pero tarde o temprano terminan en la reaparición de cáncer. No es raro que tras una operación del cáncer de mama, por ejemplo, venga un cáncer de pulmón. La infección se mueve a través de las glándulas linfáticas. En la medicina lo llaman metástasis. Los gérmenes perjudiciales en la infección viajan por el cuerpo en busca de alimentos, y se establecen en los sitios con suficiente secreción tales como pulmones, estómago, útero, etc.

Mucha gente cree que es indispensable someterse periódicamente al examen médico, pues así se puede encontrar y eliminar el tumor lo antes posible. Es de esta manera que, mientras que hace veinte años una de veinte personas sufría cáncer, ahora el porcentaje ha subido a una de tres. Creo que este fenómeno se debe a la pespectiva limitada sobre la infección y el sistema inmunológico, y a los consiguientes tratamientos agresivos que impiden la corcordia del cuerpo entero. Esto es, los tratamientos “anticipados” pueden llevar al paciente a perder la oportunidad de ir curándose de forma sana y natural y, en el peor caso, a una apresurada e innecesaria muerte.

Q. Si es así, ¿también considera problemático descubrir y tratar temprano los tumores malignos que se desarrollan rápidamente?

Yo no acepto el término “maligno”, que básicamente es un concepto acordado dentro de la medicina mayoritaria. Sin ser atacado de modo artificial, el cáncer no tiende a desarrollarse incontrolablemente rápido. El problema grave surge cuando la parte cancerosa es tratada por los médicos como si fuera un campo de batalla, donde como su resultado se producen más y peores infecciones.

El reconocidísimo profesional de cáncer, Dr. Kim Eui-shin del Centro MD Anderson en EE.UU., ruega a los médicos coreanos que no ejerzan cirugía innecesaria a los pacientes. En su punto de vista, en Corea se está realizando excesiva cirugía ya que solo con los medicamentos las clínicas no se benefician tanto.

Ahora bien, en mi punto de vista, el problema de MD Anderson es el uso de los anticancerosos. El método para matar las células cancerígenas destruye las sanas también, por lo cual se van aumentando las infecciones o el tumor. De ahí que la disminución de las células cancerígenas conseguida por los métodos agresivos resulte momentánea. Aun así tantos pacientes continúan con los mismos métodos creyendo que no hay otra posibilidad, hecho que apesadumbra.

 

La conferencia que el Dr. Seo dio en K-Spornomics Forum el 13 de noviembre de 2019.
La conferencia que el Dr. Seo dio en K-Spornomics Forum el 13 de noviembre de 2019.

Q. Entonces, ¿cómo podemos conseguir la curación fundamental?

Subrayo: el cáncer no es una enfermedad sino una reacción del cuerpo a infecciones graves, en la cual las glándulas linfáticas se abultan notablemente. Aunque este bulto haya resultado de una reacción natural y característica del paciente, si es considerado anormal por los médicos, lo diagnostican como tumor. Por lo tanto, no debemos sentir miedo de modo anticipado ni agredir nuestro propio sistema inmunológico con trataimientos agresivos.

Pensemos en la alergia: unas personas no reaccionan al polen primaveral, pero otras lloran y se estornudan. De la misma manera, la reacción a la infección interna de cada persona muestra sensibilidad distinta. Tenemos que dejar la idea de “tumor benigno o tumor maligno”. El eje del tratamiento debe consistir en entender el cáncer no como una enfermedad mortal, sino como reacción personal hipersensible a las infecciones graves.

Q. Si es así, ¿cómo podemos mantener las glándulas linfáticas en su estado sano?

Ante todo, debemos fortalecer las amígdalas palatinas, o solo amígdalas: son las mayores y principales glándulas linfáticas de todo el cuerpo. La salud de las amígdalas se relaciona directamente con la de los pulmones, y es por esto que yo les aplico a los pacientes el tratamiento de limpiar los pulmones. Es decir, yo considero que los pulmones son el órgano clave del sistema inmunológico.

A medida que prosigue la limpieza pulmonar, se van fortaleciendo las amígdalas que son las mayores glándulas linfáticas. Y las demás glándulas linfáticas, conectadas con las amígdalas, también van recobrando la salud. Cuatro meses después de la limpieza pulmonar y el consiguiente fortalecimiento de las glándulas linfáticas, puedo garantizar que ya el tumor no va a realizar metástasis.

Si el paciente toma el medicamento de limpieza pulmonar durante un año de modo constante, al mismo tiempo que prescinde de la cirugía, medicamentos anticancerosos o radiografía, muy probablemente se puede ver en el examen de TC que el tamaño del tumor no se ha aumentado o hasta se ha disminuido. Entonces el paciente puede estar seguro de que no va a fallecer del cáncer que se le diagnosticó. Al continuar la limpieza pulmonar durante 5 años, combinándola con los ejercicios aeróbicos, los médicos atestiguarán la curación completa del cáncer en el paciente. Después de este proceso, su salud general se habrá mejorado de un modo incomparable, y su sistema inmunológico estará preparadísimo para curarse a sí mismo.

Q. ¿Vd. cree que los pacientes de la última etapa también se pueden curar? ¿Y quienes ya se han aplicado la cirugía, los anticancerosos y la radiografía, qué deben hacer?

Creo que no es importante dividir las etapas del cáncer, ya que para mí es una forma artificialmente acordada entre los médicos de la medicina mayoritaria actual. Opino que el cáncer de cualquier etapa se puede superar con las amígdalas suficientemente fuertes.

Tengo que reconocer que la curación es más difícil con quienes ya se han sometido a dichos tratamientos típicos de la medicina moderna, pues su fuerza inmunitaria se reduce, a menudo fatalmente. Aun así, he visto que tres de diez pacientes con el sistema inmunológico debilitado pueden mejorarse, si no abandonan la voluntad por vivir. Los pacientes que solo se han aplicado la cirugía, sin exhibirse a los medicamentos anticancerosos o la radiografía, sí pueden recuperar buena salud. La curación de quienes se han aplicado los demás métodos depende de su voluntad por recuperarse y del control de estrés. No hay que rendirse; la voluntad por vivir del paciente es lo esencial en la curación

 

La medicina oriental tradicional que estudió el Dr. Seo le ha inspirado ideas innovadoras.
La medicina oriental tradicional que estudió el Dr. Seo le ha inspirado ideas innovadoras.

 

Q. La conclusión es que el cáncer, como muchas otras cosas, depende de la voluntad. Por favor, denos un último consejo sobre cómo afrontarnos al cáncer.

La curación del cáncer requiere paciencia. Si las células cancerígenas se han mantenido en el mismo tamaño sin crecer durante cinco años, podemos decir que el cáncer se ha curado. En el caso del cáncer de pulmón, el periodo de curación es aún más largo. Sin embargo, muchos pacientes que han experimentado el principio de la limpieza pulmonar afirman que han desaparecido otros dolores o incomodidades físicos y se sienten más sanos que antes del diagnóstico de cáncer. En el ejemplar caso del Sr. Kim Dal-yeop, el fortalecimiento del sistema inmunológico con la limpieza pulmonar no solo le ayudó a superar el cáncer pulmonar sino también otras enfermedades crónicas y dolorosas. (Anexo II)

Concluyo que la limpieza pulmonar, la vía curativa lenta pero fundamental, nos puede regalar una vida extra y saludable.

 

En varias ocasiones se le reconoció la contribución a la promoción de la medicina tradicional.
En varias ocasiones se le reconoció la contribución a la promoción de la medicina tradicional.

 

Anexo I:

En la última etapa del cáncer de páncreas, ¡el 80% de las células cancerígenas me han desaparecido!

-Caso de la paciente Lee In-rye

¡Estoy experimentando un milagro!

Antes del junio de 2020, yo era una paciente desesperada de la última etapa del cáncer de páncreas. Al principio digería mal y me dolía el pecho. Cada noche a las dos de la madrugada me despertaba de tanto dolor, como si me perforaba el pecho.

En aquel entonces creía que lo que tenía era esofagitis por reflujo, y tomé los medicamentos que me daban en la clínica durante mucho tiempo. Luego me encontré un bulto y fui al ginecólogo. Allí por medio del TC me di cuenta de que mi enfermedad era cáncer de páncreas, no la esofagitis.

Fui al Centro A en Ilsan y me diagnosticaron un cáncer neuroendocrino nada común. Dijeron que mi caso era tan raro como aparecía como mucho un par cada año. Por eso no había medicamento ni otros remedios, y yo solo viviría seis meses. También fui al hospital C en Bundang, pero allí tampoco tenían medicamentos para mí. Dijeron que si me los tomaba, se me empeorarían mis riñones. No sabía qué hacer y esperaba el día de mi muerte.

Un día mi hermano me dijo que teníamos que visitar la Clínica Pyunkang. Me contó: un conocido suyo que sufría el cáncer de intestino grueso se había empeorado después de recibir tratamientos anticancerosos. Al ver su cuerpo hinchado todo el mundo creía que se iba a morir. Pero su hijo oyó de la Clinica Pyunkang y le hizo a su padre tomar el Pyunkang-tang, medicamento natural de allí. Luego se mejoró sorprendentemente, y ahora llevaba una vida normal.

Así yo fui a la Clinica a mediados de julio y ahora llevo cuatro meses tomando el Pyunkang-tang. Ahora tengo el pecho y el estómago mucho más cómodos. Me siento activa y en el espejo me veo más enérgica. Tras el diagnóstico del cáncer de páncreas, durante un mes no podía ni caminar. Ni siquiera podía coger el teléfono porque me sentía débil y se me temblaban las manos. Pero ahora tengo la voz clara y fuerte, y camino mucho sin cansarme. Sobre todo, el pasado septiembre me volvieron a examinar y dijeron que tengo menos células cancerígenas, que se me han reducido en una quinta parte. Estoy profundamente agradecida por este milagro.

El 26 de noviembre de 2020 voy a ir a por la TC y me darán el resultado el 30. Un vecino mío que sufre el cáncer pulmonar me ha visto mejorar y ha querido ir a la Clinica. Hoy al final hemos ido juntos con mi hija. Hace un mes mi hermano también visitó la Clínica y está tomando Pyunkang-tang. Él dice que se le están desapareciendo las manchas del brazo y digiere mejor. Estamos tomando juntos el medicamento sin falta y recomendándolo a la gente.

El Director de la Clínica Pyunkang posándose con los líderes de K-Spornomics
El Director de la Clínica Pyunkang posándose con los líderes de K-Spornomics

 

En el hospital C me habían recomendado ir a un sanatorio. Pero como me mejorado tanto con Pyunkang-tang no pienso buscar un sanatorio. Hago mucha publicidad del medicamento por mis propias experiencias sorprendentes. Deseo que otros pacientes recuperen la esperanza al ver mi caso.

Yo creo que ha sido mi buena suerte no haberme aplicado ningún anticanceroso como el Dr. Seo Hyo-seok me recomendó. No ha resultado mala suerte sino al contrario el hecho de que mi cáncer es raro y no hay medicamento apropiado para mí.

Cuando me diagnosticaron seis meses de vida, yo pensé que de verdad me moriría en un año. Pero ahora tengo la esperanza de seguir viviendo y mantengo la mentalidad positiva. En los hospitales me dijeron que no debo tomar medicamentos de la medicina tradicional oriental, pero no les hago caso y solo tomo el Pyunkang-tang. Y hago mucho ejercicios: al levantarme por la mañana hago estiramientos diez o veinte minutos. Camino por las montañas una hora y media o dos horas cada día. Antes ni me lo imaginaba, pero ahora no me canso con todo este ejercicio.

¿Quién puede decir que todo esto no es un milagro? Yo le doy gracias a la Clínica Pyunkang que me ha dado una nueva vida.

Anexo II:

He superado el cáncer pulmonar, la hemoptisis y la hepatitis B con el Pyunkang-tang

- Caso del paciente Kim Dal-yeop

Nací en enero de 1942 y he vivido toda la vida con la hepatisis B. De pequeño sufrí asma y tosía mucho. Siempre estaba resfriado y solía tener catarro. Por mi debilidad física pasé una infancia muy dura. Creciendo seguí tosiendo y escupía mucha flema. Al tener más de treinta años empecé a tener flema con sangre. Pensaba que me moriría pronto.

En aquel entonces no había muchas clínicas u hospitales como ahora, y se creía que la vida dependía del cielo. A veces me salía tanta flema que tenía que correr al baño a escupir. En abril de 2013, tuve mucha flema densa y me sentí peor de lo normal. Una vez me salió la orina turbia y blanquecina. Fui al urólogo, sospecharon de la piedra urinaria. Allí me dirigieron al hospital general S.

En el gran hospital S decidí sanar todas mis enfermedades y anomalías. Vi al urólogo, al gastroenterólogo, al oftalmólogo, al pulmonólogo, etc. Con suerte se me solucionó la piedra urinaria. Pero me dijeron que tenía cal alrededor de los riñones y me convendría eliminarla. En el hospital S tenían un robot operativo para esta cirugía y me operaron con él, y me sometieron al tratamiento relacionado durante dos años y dos meses.

El urólogo me aconsejó un día que, aunque mi operación resultó bien, las operaciones urológicas normalmente podían enfermar los pulmones. Decidí examinármelos. Para esto la TC pulmonar se hizo en la división de urología y la mandaron a revisar a la división de cirugía cardiotorácica. Fui con mi esposa a recibir el resultado, y allí el subdirector del Centro de Cáncer del hospital, profesional de la TC pulmonar, me dijo que yo me encontraba en la última etapa del cáncer pulmonar: que el cáncer se había extendido tanto que ni se me podía hacer la biopsia ni operación quirúrguica. Él estaba tan ocupado que salió de la sala y nosotros preguntamos a los enfermeros y nos contestaron que sí, que lo que había dicho aquel médico era cierto. Me quedé sin palabras, había creído que me había mejorado mucho gracias al largo tratamiento en el hospital S y cuidándome con los ejercicios y la comida sana. Había pensado que el problema eran solo mis riñones, pero ahora todo había cambiado y no sabía qué hacer.

Por casualidad, en el periódico Cho-seon encontré un artículo sobre la Clínica Pyunkang. Me pareció bien la idea de limpiar los pulmones, y la visité veinte días después del diagnóstico del cáncer. Hablando con el Dr. Seo tuve la esperanza de recuperarme y empecé a tomar el Pyunkang-tang. Llevo veintiún meses tomándolo, a la vez que he tomado varios antibióticos y medicamentos prescritos por los médicos de la medicina occidental. Me parece que el Pyunkang-tang me ha recuperado la fuerza y el ritmo biológico y por eso he podido resistir tanto medicamento y sentirme tan sano como ahora.

Después de que comencé a tomar el Pyunkang-tang, la flema se me ha bajado poco a poco. Ahora camino por las montañas y mi esposa me prepara la comida natural y saludable, cosas que también me ayudan. Antes al hablar tosía y escupía flema sin parar, pero ahora ya no toso ni tengo flema aunque hable largamente. Por eso pienso que el Pyunkang-tang es un verdadero punto de inflexión en mi vida.

Lo más importante es esto: el diagnóstico del cáncer que me dieron en el hospital S me disgustó tanto que fui a otras divisiones a reexaminarme totalmente. Cuando había tomado el Pyunkang-tang siete u ocho meses, por la TC se afirmó que mis pulmones estaban más limpias y en mi flema se me había reducido el número de los gérmenes. Ahora llevo veintiún meses tomándolo y tengo el examen periódico cada seis meses. En mi último examen de TC me han dicho que no hay ningún problema en mis pulmones. Es que, cuando era veinteañero, sufrí una pleuritis tuberculosa grave, y después mi TC siempre salía tan nublada que no se veían mis costillas. Mi bronquio conectado a los pulmones también estaba mal y se veía deformado. Pero ahora solo se ve un poco de huella de la pleuritis y el blanco general ha desaparecido; el bronquio ya no está deformado. El Dr. Jeong de la división de neumología, al miara mi TC, me dijo: “Sus pulmones se han mejorado. Ya no tiene por qué preocuparse. Todo considerado, no hay ningún problema.” Como me lo dice el médico, pues creo que se me ha curado totalmente el cáncer pulmonar.

Por otra parte, sufrí la degeneración macular durante seis años, pero con el tomo del Pyunkang-tang mi vista ha dejado de empeorarse. Otra cosa es que los medicamentos que me prescribían en la división de neumología me hacían vomitar sangre. A veces vomitaba tanta sangre que tenía que alejar a mi esposa de casa y me quedaba solo con toda la sangre en el suelo hasta que la ambulancia llegaba. Y ahora todo eso desapareció, gracias al Pyunkang-tang. Antes no me podía imaginar sin toser o sin flema, pero ahora ni toso, ni se me sale la flema. Tengo más energía y jugo al golf, subo a la montaña de Namhan-sansung. Por fin tengo una vida despreocupada. Me dicen que parezco más jóven y activo que hace siete u ocho años. Me preguntan el secreto y les digo: comida sana, relajarse y tomar el Pyunkang-tang. Pero no me creen, la verdad.

Estos días se me ocurre que tal vez se equivocara y diagnosticara mal el subdirector del Centro de Cáncer del hospital S. Por otro lado supongo que sí tenía el cáncer pulmonar, ya que hacía mucho que vomitaba sangre y tenía mal el bronquio, y el Pyunkang-tang me ha curado de todo eso. Antes estaba enfadado con ese subdirector pero ahora pienso que si tengo buena salud, lo demás no importa. Me parece buena suerte que él no me hiciera la biopsia ni me recomendara la cirugía, cosas que me habrían debilitado, quizá hasta la muerte. No sé cuál es la verdad, pero yo creo que el Pyunkang-tang me ha salvado. Cuando paso por Seocho-go y veo el letrero de la Clínica Pyunkang, me llena la sensación de agradecimiento.

Además, se me ha bajado el índice somático hepático. Cuando sufría la hepatitis B, tenía alto el índice y no podía beber. Ni me podían operar las hemorroides por el índice alto. Pero ahora lo tengo entre 18 y 21, es decir, el normal. Otra cosa: no tengo ni hiperlipidemia ni hiperglucemia. Mi presión sanguínea es normal también. Después de encontrar el Pyunkang-tang, todo mi cuerpo se ha mejorado. Como portador de la hepatitis B siempre tenía que cuidarme en todos los aspectos. Y en el examen del octubre pasado se ve que estoy bien en todo.

Si es necesario, puedo pedir todo mi historial médico en el hospital S. Este febrero (de 2021) tengo la cita en el hospital, así que si la Clínica Pyunkang lo necesita se lo traigo. Estoy agradecido por haber podido encontrar el Pyunkang-tang en mi vida. Si alguien se enferma como yo, le daría mi número de teléfono para que me pregunte de los detalles. Como me encuentro ayudado, yo también quisiera poder ayudar a otros enfermos. Gracias.

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